Para muchos, si tú eres mi amigo yo soy tu amigo, sí tu me amas yo te amo. Pero no es así, no es que yo te daré lo mismo que tú me das, sino más bien que yo te entregaré con sinceridad siempre lo mejor de mí.
No con esto quiero decir que yo no tengo identidad, no con esto quiero decir, que no conozco mis límites o los límites de los demás. Yo sé y entiendo cuáles son las leyes del mundo y , el egoísmo que allí se encuentra. Pero no actúo por una respuesta, no soy porque así he de ser, porque más bien sin límites puede expresarlo lo que con sinceridad habita en el corazón espiritual, que es en verdad una ciencia superior.
La Compasión no tiene límites del mundo ni se toca con la frontera del egoísmo, del rencor, o de las ambiciones humanas, nada de esto, no hay ninguna condición tan solo la más pura expresión de la ternura espiritual. Yo te amo porque te amo, no te miento ni te engaño, no te acuso ni te recrimino, ni te espío ni busco de ti lo más ruin o más malo. Sino todo lo contrario, te doy siempre lo mejor de mí.
La Compasión es una fuente siempre viva que no toca jamás la frontera de la ambición, del mal, de la envidia o el rencor. Muy por el contrario, se acerca a lo más profundo de todas aquellas necesidades, requerimientos, y se pone delante del conflicto y la necesidad, y el pecho se hace un escudo, y los brazos y el corazón y la conciencia unen sus esfuerzos y sus trabajos para lograr del hombre y del mundo, una plenitud mayor.
La Compasión no es una actitud interior dispuesto tan solo de los hombres para los hombres sino que es una fuente tan vasta como el universo entero. La compasión es superior a la Sabiduría, pues es la aplicación efectiva del Amor de Dios.
La carencia de Compasión es lo más triste y realmente miserable condición del hombre. ¿Cómo se puede existir sin Amor, sin manifestarlo, sin expresarlo, sin vivirlo? Todos los seres necesitan de la compasión. Todos los seres viven en realidad por la Compasión de Dios.
No con esto quiero decir que yo no tengo identidad, no con esto quiero decir, que no conozco mis límites o los límites de los demás. Yo sé y entiendo cuáles son las leyes del mundo y , el egoísmo que allí se encuentra. Pero no actúo por una respuesta, no soy porque así he de ser, porque más bien sin límites puede expresarlo lo que con sinceridad habita en el corazón espiritual, que es en verdad una ciencia superior.
La Compasión no tiene límites del mundo ni se toca con la frontera del egoísmo, del rencor, o de las ambiciones humanas, nada de esto, no hay ninguna condición tan solo la más pura expresión de la ternura espiritual. Yo te amo porque te amo, no te miento ni te engaño, no te acuso ni te recrimino, ni te espío ni busco de ti lo más ruin o más malo. Sino todo lo contrario, te doy siempre lo mejor de mí.
La Compasión es una fuente siempre viva que no toca jamás la frontera de la ambición, del mal, de la envidia o el rencor. Muy por el contrario, se acerca a lo más profundo de todas aquellas necesidades, requerimientos, y se pone delante del conflicto y la necesidad, y el pecho se hace un escudo, y los brazos y el corazón y la conciencia unen sus esfuerzos y sus trabajos para lograr del hombre y del mundo, una plenitud mayor.
La Compasión no es una actitud interior dispuesto tan solo de los hombres para los hombres sino que es una fuente tan vasta como el universo entero. La compasión es superior a la Sabiduría, pues es la aplicación efectiva del Amor de Dios.
La carencia de Compasión es lo más triste y realmente miserable condición del hombre. ¿Cómo se puede existir sin Amor, sin manifestarlo, sin expresarlo, sin vivirlo? Todos los seres necesitan de la compasión. Todos los seres viven en realidad por la Compasión de Dios.
...
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
Citas para reflexionar
Reflexiones sobre el Perdón
No hay comentarios:
Publicar un comentario