Nadie puede andar por camino seguro sino comprende que el Bien no solo es necesario sino que el Bien es la única opción .Pero esto no es un argumento obsesivo o fanático es el producto de la profunda y sincera reflexión ante el análisis superior que hace de la vida no un ensayo sino un método real de la experiencia fundamental la cual es el Ser.
Se pierde dirección en la vida y motivación cuando la confianza y la convicción interna no están correctamente sustentadas, entonces la base es débil y todo paso será inseguro y rápido el camino se quebrará.
Pero si el entusiasmo es maduro, se tornará el estudio del espíritu como la razón eficiente, justa y necesaria, para conducirse en la vida. Y esto se refiere a la fe en los valores, en las virtudes y en la caridad. No puede no hay en el hombre más fundamento espiritual que no sea la realización de la Paz.
Se pierden muchos hombres cuando la tranquilidad no es prioritaria. cuando se desconoce el respeto y cuando surge una mentira y se desecha la flor de la inocencia .
Cada hombre lleva una estrella en su corazón, que es el aliento Divino, si nos creemos responsables de fundamentar en nuestras vidas esta verdad, entonces la luz se extenderá en el universo y jamás se apagará.
Pero sí el hombre no reconoce la Fe, ¿cómo puede él confiar en sí mismo? Si esto sucede él se tornará al mal y a todo lo que asocia. No hay mérito en la perdición porque es alegría aparente y no es una ciencia, es un suceso superficial y pasajero.
EL hombre real es un árbol de raíces profundas, que en la doctrina de la justicia eleva su copa frondosa para tocar los cielos de la inspiración y llenarse de luz y ser fuente constante de temperancia, Amor y caridad.
Para no perder fuerza, Amor y seguridad el hombre debe investigar en lo profundo de su ser: ¿Qué es en verdad la Fe? Esto se resume en que creamos exactamente en el Amor y a él nos entreguemos y realicemos nuestra máxima libertad de vida.
Se pierde dirección en la vida y motivación cuando la confianza y la convicción interna no están correctamente sustentadas, entonces la base es débil y todo paso será inseguro y rápido el camino se quebrará.
Pero si el entusiasmo es maduro, se tornará el estudio del espíritu como la razón eficiente, justa y necesaria, para conducirse en la vida. Y esto se refiere a la fe en los valores, en las virtudes y en la caridad. No puede no hay en el hombre más fundamento espiritual que no sea la realización de la Paz.
Se pierden muchos hombres cuando la tranquilidad no es prioritaria. cuando se desconoce el respeto y cuando surge una mentira y se desecha la flor de la inocencia .
Cada hombre lleva una estrella en su corazón, que es el aliento Divino, si nos creemos responsables de fundamentar en nuestras vidas esta verdad, entonces la luz se extenderá en el universo y jamás se apagará.
Pero sí el hombre no reconoce la Fe, ¿cómo puede él confiar en sí mismo? Si esto sucede él se tornará al mal y a todo lo que asocia. No hay mérito en la perdición porque es alegría aparente y no es una ciencia, es un suceso superficial y pasajero.
EL hombre real es un árbol de raíces profundas, que en la doctrina de la justicia eleva su copa frondosa para tocar los cielos de la inspiración y llenarse de luz y ser fuente constante de temperancia, Amor y caridad.
Para no perder fuerza, Amor y seguridad el hombre debe investigar en lo profundo de su ser: ¿Qué es en verdad la Fe? Esto se resume en que creamos exactamente en el Amor y a él nos entreguemos y realicemos nuestra máxima libertad de vida.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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Cuando todo parece haberse perdido
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